Mentiría si dijera que no me sorprenden los acontecimientos políticos de este fin de semana en España, porque aunque algunos pobres ilusos (entre quienes me incluyo) teníamos una pequeña luz de esperanza, sabíamos que la cosa acabaría así, porque este país es así.
Pues sinceramente, si esta es la buena… no quiero pensar cómo será la mala. Parece que vamos a tener que entonar el «Que me quede como estaba, virgencita». Al menos, parece que por una vez se han tambaleado un poco las dos losas gigantes…
Fuente de inspiración para esta viñeta: Twitter (que como sabéis es el mal)
O al menos es la sensación que tiene el diputado de la oposición de esta ciudad, ya que el actual gobierno alicantino no deja claro, en ningún momento, a qué se refiere con «alquilar» las instalaciones de dicha institución. Así a bote pronto suena a centro de prestigio para las BBC (bodas, bautizos y comuniones)
… porque muchos no entendemos de política, sólo de trabajar, de intentar sacar adelante nuestra familia, negocio… una imagen vale más que mil palabras y esta resume en qué queda el famoso «Debate sobre el Estado de la Nación»
Quienes me conocen saben cuales son mis ideales, y que de lo último que hablo, y si es que hablo, es de política.
Aún así, como alicantina no puedo dejar pasar el reciente hecho de los dos últimos cargos que han dimitido (o se han visto obligados a ello) en el grupo socialista de esta ciudad.
Siempre digo que soy de personas, no de partidos y las dos «victimas» anteriormente mencionadas han tenido la particularidad, desde que empecé a ejercer mi derecho al voto, de comulgar con lo que pienso.
Está claro que, en este mundo de la política que yo no entiendo, no es llegar y besar el santo (bueno, para algun@s sí…) pero dejando trabajar y con tiempo es como se consiguen los objetivos, y uno de ellos era conseguir el cambio que tanto necesita esta ciudad, pero parece que «no interesa» que eso suceda y ya no hablo del partido opuesto, que no hace nada (como siempre) si no del mismo grupo político «afectado».
Acciones como esta no hacen más que alimentar mis desconfianza total, si aún se puede más, en la política.
Sí, chatinas y chatines… han vuelto… y no hablamos de las rebajas o del Turrón de Jijona (que ese ya está aquí desde primeros de mes), sino de la Campaña Electoral y las Elecciones. Otra veremos la ciudad llena de papelitos con la cara del candidato en cuestión mirándonos para conseguir nuestros voto, a las unidades móviles de los partidos con la megafonía a todo trapo repitiendo una y otra vez la misma «cançoneta». Otra vez tenemos que pasar por la urna como mero trámite para vuelva a suceder lo mismo venga quien venga. Ellos invierten en la campaña, nosotros pasamos por el aro y al fina todo queda igual que el día anterior.
Se acabó (¡¡por fín!!) el período electoral. Terminó una campaña que se ha basado en desprestigiarse entre unos y otros, en vez de aportar soluciones a la situación económia actual y que ha estado marcada por las acampadas-protesta de los ciudadanos que ven cómo la democracia peligra. Ahora toca que unos se monten la fiesta y que otros se pongan a pensar en sus fallos y mientras tanto el que sale perjudicado siempre es el mismo… el pueblo.
Aún quedan 4 largos meses, pero nunca es pronto para hacer campaña electoral. Y es que los dos partidos mayoritarios de este pais ya han empezado su peculiar batalla. ¡Es la guerra! Y como tal todo vale. Atrás quedan aquellas propagandas con lemas que ensalzaban lo positivo de votar a ese partido… ahora es como la típica rabieta de críos que se pelean por ser el mejor.