A principio de semana, unas bonitas nubes se dejaron ver por el cielo de La Terreta. Pensando que nos dejarían bonito regalo en forma de agua, al final sólo hemos conseguido cuatro gotas mal contadas, suficientes para marranear los coches, y alguna que otra bonita tormenta eléctrica en distintos puntos de la costa alicantina. ¡Ché, qué lástima!
