
Por mucho que nos doren la píldora, por mucho que digan que «debemos acercar al Hércules a otras localidades alicantinas», por mucho que nos vendan la moto y nosotros sigamos sacándonos el abono por la institución (no por la directiva), mientras los aficionados (hayan renovado o no) no hagamos algo para que se vaya quien(es) realmente ha(n) de hacerlo todo seguirá igual.
Por cierto, que a algún que otro lumbreras de la Calle Foguerer Romeu Zarandieta habrá que explicarle exactamente el concepto, pues de momento estamos consiguiendo que las aficiones de otras localidades alicantinas estén «a muerte» con su equipo.