Quienes me conocen saben cuales son mis ideales, y que de lo último que hablo, y si es que hablo, es de política.
Aún así, como alicantina no puedo dejar pasar el reciente hecho de los dos últimos cargos que han dimitido (o se han visto obligados a ello) en el grupo socialista de esta ciudad.
Siempre digo que soy de personas, no de partidos y las dos «victimas» anteriormente mencionadas han tenido la particularidad, desde que empecé a ejercer mi derecho al voto, de comulgar con lo que pienso.
Está claro que, en este mundo de la política que yo no entiendo, no es llegar y besar el santo (bueno, para algun@s sí…) pero dejando trabajar y con tiempo es como se consiguen los objetivos, y uno de ellos era conseguir el cambio que tanto necesita esta ciudad, pero parece que «no interesa» que eso suceda y ya no hablo del partido opuesto, que no hace nada (como siempre) si no del mismo grupo político «afectado».
Acciones como esta no hacen más que alimentar mis desconfianza total, si aún se puede más, en la política.
