Cuando una servidora era pequeña, no es que fuese una alumna brillante pero tampoco era de las que llevara a casa una notita de atención en clase a casa firmada por la profesora. Sí que es cierto que, en algún momento, he tenido que copiar 100 o 200 veces las típicas frases de castigo, tales como «No hablaré mientras el profesor esté explicando» y cosas así, y supongo que muchos de vosotros también.
Después de la reciente noticia en la que un profesor ha sido denunciado por unos padres por mandar mencionado castigo y que varios abogados de alicante visitarán los colegios para enseñarle a los alumnos sus derechos (y espero que deberes como ciudadano también) veo que se acerca el día en que los alumnos tomarán medidas drásticas antes las situaciones más usuales del panorama colegial.
